16/09/2014

Hay personas y personas



¿Qué sí odio a alguien? 
A alguien en concreto no, pero sí a algunas personas.




Odio a las personas que, se creen por encima de los demás, que creen que tiene derecho a todo y que son mejores que cualquiera. 
Odio las personas que, no te dicen las cosas a la cara, que te tiran indirectas para mofarse.
Odio a las personas manipuladoras, que utilizan a los demás para su beneficio o su mero entretenimiento, sin importarles el daño que puedan causar, a esas personas o a terceros.
Odio a los engreídos, que se creen lo que no son.
Odio al jefe de turno, que se cree que todos le deben obediencia y sumisión.
Odio a las personas cuyas vidas están tan vacías que se meten en la de los demás para llenar su vacío. ¡Cotillas!  
Odio a las personas que no les importa nadie, sólo ellas, ellas y ellas. 

Odio a las malas personas.


Pero, no sólo odio a personas, también hay personas a las que admiro y respeto, personas buenas:

Las personas que no temen a mostrarse como son, que pasan de lo que les digan los demás, que son honradas y leales, que dicen las cosas a la cara, que no mienten, que se preocupan por los demás, que no quieren causar daño, que están siempre a tu lado... 

Estas, son las personas que valen la pena conocer y tener a tu lado.

06/09/2014

La música


"La música da alma al universo, 
alas a la mente, 
vuelos a la imaginación, 
consuelo a la tristeza 
y vida y alegría 
a todas las cosas." 
- Platón -

"La música es como la vida;
debe componerse con el oído,
el sentimiento y el instinto,
no mediante reglas."



Y cuando todo falla, 
cuando todo está mal, 
mi único consuelo es ella.
Porque ella siempre me acompaña, 
nunca me deja.
Tanto en mis momentos felices,
como en los más tristes,
en las penas y en las alegrías, 
en mis enfados con el mundo...
Mi fiel compañera, 
está ahí.

Y, es que, la música, 
es la mejor compañera, 
la mejor amante, 
la mejor amiga...
Ella siempre va contigo, 
dónde quiera que tú vayas, 
allí estará; 
dándote lo que necesitas,
en el momento oportuno.





No vuelvas, por favor

¿Por qué te añoro?
Sí ya no eras nada para mí.
¿Por qué te tengo en la mente?
Sí de ti ya me olvidé.

¿Cómo quieres que te olvide?
Sí cuando quiero olvidarte,
me olvido del olvido y, 
comienzo a recordarte.

Porque el olvido hace la distancia,
y la distancia hace el olvido.
Mi corazón siempre estará contigo.



¿Por qué después de todos los esfuerzos por olvidarte, 
regresas a mi cabeza?
Después de todo...
Sigues paseando por mis pensamientos,
como si nada.

¿Quién te ha dado permiso para volver a entrar? 
Con lo que costó sacarte.

No pienses que, 
 por haber conseguido volver a mi cabeza,
 vas a volver a mi corazón.

¡Sal de mi cabeza!
¡Ni se te ocurra entrar en mi corazón!
Para, por favor.