Está bien eso de soñar, dejarse llevar por la imaginación, escapar de la rutina, aunque estar siempre en las nubes... puede volverse algo peligroso.
Ser plenamente consciente de la existencia, centrarse sólo en lo que tienes delante, sin descanso ni tregua, impávido ante el tiempo, inmóvil... no es muy recomendable.
Siempre es mejor un equilibrio:
Vivir en la realidad, sí, pero ser capaces de dejarla de lado, preocupaciones, trabajo, miedos, personas, etc. Como mínimo un instante, desconectar.
Dar rienda suelta a la mente, vale, pero recordando que tenemos los pies en el suelo.
Saber que moramos este mundo, pero que, de vez en cuando, podemos evadirnos viajando a otros, sin tan si quiera movernos.
Es el perfecto equilibrio.
para impedirles volar cerca del sol,
y los realistas necesitan a los soñadores,
para hacerles volar."