Sentir como el aire seco del verano acaricia mi piel, en este atardecer tan especial... Oler el olor del cereal recién cortado, oír como el sonido de las cigarras, tan característico de esta estación, deja paso a los grillos, ver los colores alegres y cálidos de este verano tan singular que, desaparecen, junto con ese ardiente gigante que nos observaba, en su lugar aparece la bella dama plateada, la cual nos contempla risueña...