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“Nunca perdí una hora de mi vida en aquello que no me cupiera en el corazón.” - A. Machado -

domingo, 19 de octubre de 2025

"Entre la luz y las hojas, otoño"

I

Ansío hoy ese abrazo,
que me brinde valentía,
que me envuelva en su calma,
otorgándome el sosiego que tanto estimo,
que mi alma mendiga en silencio.

II

Como a las hojas que caen,
acógeme hoy en tu luz, mi Sol.
Como a esas cansadas hojas,
que tiemblan antes de caer,
bríndame tu abrazo cálido,
esa valentía que hoy me falta.

III

Las heridas se reabren tan deprisa…
y el nudo en mi garganta ahoga más.
Mi pecho, uniéndose al eco doliente de la memoria,
de un recuerdo que aún arde,
silencioso y antiguo como el viento.

IV

Tímidas hojas de otoño,
mirando al vacío, temiendo y ansiando soltarse...
Mas la brisa amiga les susurra: “Hazlo”,
y el gigante ardiente, en su dorado amparo, las guía.

V

Vuela libre, alma mía,
y que tu vuelo inspire a los que miran sin ver.
Que tu caída sea ejemplo,
y tu esperanza, semilla en su silencio.

VI

Sanar, dicen, oportunidad divina:
Es volver a sangrar,
arrancar las costras del alma,
las que apenas el tiempo logró secar.
Dejar que el aire purifique lo que duele.

Y, sin embargo,
¿no es así como el otoño enseña a vivir?
Dejando ir sin perderse,
muriendo un poco para renacer más liviano.

VII

Y duele…
Pero duele más cuando la noche calla,
cuando sólo queda el peso del sentir.

VIII

Hoy más que nunca necesito tus rayos,
tu voz callada en la brisa,
susurrando entre hojas que se rinden al vuelo:

“Descansa, pequeña,
yo te cuido,
como el sol cuida
a las hojas que caen sin miedo.”

Mi Sol, te ruego:
Abrígame en tus rayos,
dime que puedo cerrar los ojos,
que hoy, sólo hoy,
puedo descansar…

Y que Tú, silencioso guardián,
me cuidarás hasta el alba.

IX

Mi amado Sol,
envuélveme en tu abrazo protector,
hoy mi alma cansada se entrega a tu luz,
como hoja que al fin acepta el viento,
rindiéndose al renacer inevitable del otoño.


miércoles, 24 de septiembre de 2025

"Donde el sol nos encontró"


Sol, testigo sutil de millones de historias.

Entre ramas antiguas, tus rayos se cuelan hoy,

dibujando el camino con sutiles trazos dorados,

de esperanza cálida.


Esta tarde, el viento susurra en secreto

y guarda en su aliento lo que no llevó.


No hubo promesas,

solo miradas que hablan más que las palabras,

caricias sinceras bajo el amparo de los grandes árboles,

cómplices de lo acontecido.


Calma en lo eterno,

y el tiempo regalándonos instantes inolvidables.


Tus pasos y los míos

se buscan, se rozan,

dejando huellas invisibles

en la memoria del sendero.


Y como siempre,

cuando cae el sol,

cuando calla la tarde,

el camino dorado se desdibuja

y el silencio se vuelve más que silencio.


Ahora, dejemos que la luna nos guíe.




Y entonces, sin decirlo,
te acercaste un poco más.
Tus dedos, temblorosos,
se atrevieron a cruzar el espacio
que antes nos parecía prudente.

Y yo, que tanto temía al amor,
descubrí que no hay miedo
cuando el corazón late al compás de otro.


Las hojas caían discretas,
como si respetaran nuestra urgencia.

Y el banco testigo y cómplice, 
viejo y sabio,
guardó para siempre
ese suspiro largo que nos hizo uno.

Ya no somos solo pasos compartidos,
somos latidos entrelazados.
Y si la luna habrá de guiarnos,
que lo haga con la ternura
con la que esa tarde tú me miraste.

Porque desde entonces,
aunque el sendero se oscurezca,
aunque el sol se oculte,
caminar contigo
es siempre
caminar hacia la luz.


No lo planeamos,
no hacía falta.
Tus dedos encontraron los míos
como si lo supieran de antes,
como si este momento lo lleváramos escrito en la piel
desde hace tiempo.

Y ahí, entre luz dorada, 
hojas secas y tierra húmeda,
me sentí en casa.

Porque no era el parque.
No era el banco.
No era la hora mágica del atardecer.
Eras tú.

Eras tú quien hizo que el mundo se quedara quieto.
Quien convirtió un paseo sin destino
en el lugar exacto donde quería quedarme.

Y aunque luego el sol se fue,
y la sombra ganó terreno,
tus manos seguían firmes,
como diciéndome sin palabras:
"No te vayas, quédate un poco más."

Y me quedé.
Como se quedan las cosas que de verdad importan.
Sin prisa.
Sin miedo.
Con todo.

Porque hay días que se vuelven eternos
solo por cómo te mira alguien
cuando cree que no lo ves.

Y tú me miraste así.



jueves, 17 de abril de 2025

"Caricias del agua"


Entre sombras y luces,
un lazo tenue,
susurro de estrellas al viento,
joya en neblina.


En la delicada danza de las gotas,
flota un secreto,
invisible armonía
que guarda un sueño en su esencia.
La caricia del vapor envuelve,
la respiración se vuelve canto,
el tiempo, líquido, se escurre
en la orilla del instante.


Allí, suspendida,
la ternura emerge de las cálidas aguas,
encubierta por brumas cómplices,
como un suspiro callado,
roza la luz que yace oculta,
besando su piel desnuda.

viernes, 21 de marzo de 2025

"Asturias, Mi Destino."

Tierra que murmura bajo mis pasos,
 un eco dulce, eterno y vibrante, 
que guarda en su vientre secretos de tiempos antiguos. 

Tus montañas, 

catedrales del viento, 
se alzan majestuosas, 
guardianas del misterio, 
con su sombra acarician mis sueños
y me envuelven en su abrazo eterno. 

Tus ríos, 
espejos de lo infinito, 
manantiales de luz pura,
me devuelven el reflejo
de quien hoy soy, 
una verdad que renace
en tus cristalinas aguas.

Tu gente,
portadores de bondad sencilla, 
abrazando el tiempo con miradas sinceras. 
En sus voces el eco del hogar, 
y en sus gestos de generosidad, 
florezco sin temor ni olvido. 

Asturias, 
tierra de magia, 
donde el tiempo se detiene ante su esplendor,
donde lo eterno y lo efímero se convergen, 
y mi destino encuentra su forma. 

Soy un hilo en tu vasto tapiz,
tejido por manos invisibles. 
Guiada por tu cruz, 
por tu alma, 
he encontrado mi camino, 
mi lugar, mi libertad… 
Mi Destino.



martes, 18 de marzo de 2025

"Oscuridad y coraje. Luz y esperanza. Paso firme, para adentrarse en el sendero del alma."

Camino escondido,  
bajo el amparo de la renuente luz 
de una farola solitaria, 
como la vida misma: 
sendero envuelto en sombras y misterios, 
que nos llama y reta a seguir avanzando, 
pese al miedo. 

Porque hasta la luz más difusa 
puede marcar el rumbo,
cual brújula silenciosa. 

Un paso más, 
y con él, el valor renace, 
revelando que las sombras
también son parte del paisaje, 
necesarias para su composición, 
y nunca, destino final.

jueves, 13 de marzo de 2025

"Escalones, Susurros y Deseos Velados"

Cada peldaño, un secreto. 
Entre luces traviesas 
y rincones escondidos, 
la escalera nos invita 
a perdernos… o a encontrarnos. 

Las sombras dibujan suspiros, 
los destellos marcan latidos. 
No es solo un camino, 
es un umbral, 
donde el tiempo calla 
y los deseos hablan.
 
Subir o bajar, 
perdernos o encontrarnos, 
quizá no importe, 
porque entre luces y sombras 
hay miradas que arden, 
manos que tiemblan, 
labios que se buscan 
y corazones que se unen, 
en un mismo sentir.

En ese rincón secreto, 
donde la luz apenas susurra, 
las almas no solo se encuentran, 
se reconocen, 
se reclaman, 
se entregan, 
uniéndose en un mismo ser.

martes, 25 de febrero de 2025

Tres meses de momentos inolvidables


En cada momento de la vida, hay capítulos que inician y otros que culminan. Algunos son más largos, otros breves; algunos están llenos de alegría, otros de dolor y dificultades. Cada etapa trae consigo su propio conjunto de desafíos y aprendizajes, y es natural sentir una montaña rusa de emociones al transitar de una a otra...



Bajo el cielo infinito de un amanecer, 
un alma sensible se despierta, 
cargando en su corazón la labor, 
de sanar y amar sin tregua... 


Deshacer mi bolsa de recuerdos, como cerrar un libro lleno de historias y memorias invaluables, me llevaba de vuelta a esos momentos vividos... Cada objeto: Tijeras de autosuficiencia, bolígrafos extra para mis mentores, las libretas repletas de notas y lecciones... Cada página, cada línea, testigo y símbolo de esfuerzos, de intentos por aprender y ser de ayuda. 


Tres meses de desafíos, 
lecciones, sonrisas y lágrimas, 
de abrazos y miradas que llenan el alma, 
despedidas dolorosas y frustraciones, 
impotencia que enseña e instan a continuar, 
con más fuerza y esperanza, por los demás.


Los primeros días fueron de duda, las primeras semanas, solo podía sentirme torpe y fuera de lugar, lo único que quería era no estorbar, como si cada paso que daba fuera un tropiezo más. Pero poco a poco, con su infinita bondad y paciencia, aquellas puertas abiertas, brindaron un hogar. Cada día que pasaba, me sentía más aceptada y valorada. Cada sonrisa y palabras de aliento, me dieron fuerzas para continuar. 

Recordando cada momento vivido, testimonio para no ser un estorbo y poder ayudar, crecimiento y evolución personal y profesional.


Esos ojos brillantes, 
llenos de amor y nobleza, 
incluso en sus peores momentos, 
mostrado su singular belleza, 
que acaricia el alma. 
Aunque algunos se fueron, 
su recuerdo vive en el pecho, 
dejando una huella imborrable, 
un amor y respeto eterno.


Los animales, cuyas miradas traspasan las armaduras más robustas y pesadas, con sus ojos llenos de amor y gratitud, me enseñaron lecciones que jamás olvidaré. Incluso convalecientes, nunca pierden su luz. Despedidas, más felices, de regreso a casa, y más desagradables e inevitables, así es formar parte del ciclo de la vida. Lecciones de empatía, respeto y compasión. Nuestra misión, hacerles el camino más llevadero. Cada caricia, cada mirada, cada mimo, un consuelo. A pesar del dolor de las despedidas, es reconfortante saber que se hizo todo lo posible por mejorar sus vidas.


Recuerdos de meses compartidos,
conversaciones, risas y tristezas, 
frustración y esperanza entrelazadas, 
lecciones de empatía, amor y nobleza.

Al despedirse de compañeros y amigos, 
un susurro de esperanza queda, 
de volver a cruzar caminos, 
de reencontrarse en la vereda.

Y aunque hoy el alma duele, 
es señal de una vida plena, 
de haber amado con toda el alma, 
y de seguir adelante, 
llena de  gratitud y esperanza.


Los recuerdos de esos meses me acompañarán siempre. Las conversaciones, las risas, y también los momentos de tristeza y frustración compartida. Aprendí que el trabajo en equipo es fundamental, y que cada uno, con sus habilidades, cariño y esfuerzo, aporta algo único y valioso. Aunque ahora me enfrento a la incertidumbre de no saber si volveré a ver a esas personas y animales, me consuela saber que, de alguna manera, todos dejamos una huella en la vida de los demás.

Hoy, mientras las lágrimas caen por mi rostro, sé que este dolor es una señal de que formé parte de algo maravilloso, de que viví intensamente. Y aunque el futuro es incierto, llevaré conmigo estos recuerdos y las lecciones aprendidas, con la esperanza de que, algún día, nuestros caminos, tal vez, se crucen de nuevo.


Permito que mis sentimientos emerjan, 
honrando los recuerdos y las lecciones, 
procesando lo vivido con profundidad, 
saboreando la dulzura y la amargura.


La vida es un constante fluir:
Capítulos que empiezan, y que terminan,  
algunos largos, otros cortos.
Alegrías y dolores, desafíos y triunfos.
Cada cierre, un nuevo comienzo.
Cada final, una nueva oportunidad.
Nuevas experiencias, personas y caminos.

Mantengo la esperanza, 
sabiendo que llevo conmigo, 
esas valiosas lecciones y recuerdos
de este capítulo tan bello y único.


Gracias por lo vivido.

jueves, 13 de febrero de 2025

Estrellas del pasado, camino al futuro

La nostalgia se entrelaza en mi corazón como un murmuro eterno, recordando la inocencia de la infancia y los lazos inquebrantables. Los recuerdos dulces nos guían hacia un futuro prometedor, donde la pureza y la fidelidad son nuestros cimientos.

En cada decisión, la sabiduría del pasado ilumina nuestro camino como una estrella eterna. Honremos estos recuerdos y construyamos un futuro lleno de oportunidades y relaciones significativas, de felicidad, que perdure para siempre.

miércoles, 12 de febrero de 2025

Sueños en la bruma

Nubes errantes,
lágrimas de un sol oculto,
sueños en la bruma.

En la bruma,
flor de esperanza emerge,
calma en su ser.

En su ser,
resplandece una llama,
luz en la niebla.

En la niebla,
susurra el viento suave,
paz en el alma.

En el alma,
raíces de fortaleza, 
vida renace.

miércoles, 5 de febrero de 2025

Xena, 9 añitos de felicidad.

Nueve años de recuerdos preciados, De aventuras y momentos compartidos, De paseos al sol y bajo la luna, De juegos sin fin en el campo, Y de abrazos cálidos en días fríos. Un despertar a la vida, Con sus ojitos brillantes. Cada momento con ella, Un tesoro de mi vida, Sus mirada amorosas, Su alegría contagiosa, Su amor incondicional. La presencia que siempre me anima. Una amistad forjada en la pureza, Una conexión que trasciende palabras, Un lazo que nada puede romper. La chispa en mi vida. Un amor que nunca se desvanece. Mi Xena, mi amiga, mi familia, Mi noble y fiel compañera. Mi alma gemela, Mi otra mitad. Guardiana de mis sonrisas y mis lágrimas, El milagro de mi existencia, Es haberte tenido en mi camino, Mi fiel amiga, Siempre lista para acompañarme, En cada paso, en cada sueño. Ella, la melodía que llena mi hogar, De vida, calor y momentos de paz, Cuando estamos juntos, sin más. Ella, siempre a mi lado, Guardiana de mis secretos, Protectora de mis miedos, Cómplice de mis trastadas, Receptora de mis caricias y amor. Compañera de vida, Y loba de mi corazón. Gracias, Por hacer de mi vida, Una obra de arte.