12/06/2015

Conclusión adolescente

Es increíble con qué facilidad se nos vuelve todo de color negro, la tendencia que tenemos a ser negativos, vemos todo lo malo y nada bueno... Y que irónico suena todo esto cuando sales del “pozo", pues lo que en la oscuridad parece horrible, fuera se ve insignificante, no era tan horrible como parecía.


Este balance entre, llamémoslo, luz y oscuridad es algo muy habitual, al menos en la sociedad adolescente. Pues, en ese momento de nuestra vida, somos seres inestables, cambiantes, hoy te queremos con locura y en un par de días... te odiamos.

Me parece desolador a la par que interesante. Desolador porque, al hacer eso, no nos damos cuenta de la inestabilidad que podemos crear en las personas a las que dirigimos esos mensajes contradictorios, el daño que podemos causar es lo que olvidamos. Interesante me parece porque esa inestabilidad que creamos en otro es el reflejo de lo que tenemos por dentro, de cómo nos sentimos: si tememos a esa persona, si nos da vergüenza, si tenemos envidia de ella, si estamos pasando un mal momento... Por eso perturbamos a los demás, para que no vean nuestras propias inseguridades.



"Todo tiene un por qué y si lo hayamos, hallaremos la solución."