Y si te dijera que puedes volver a vivir el pasado, sólo un momento de tu vida, un recuerdo pequeño... No presenciarlo como si estuvieras viendo una película en la pantalla de un cine, no, verlo, oírlo, sentirlo... como cuando estuviste allí, en primera persona.
Quizás escogerías un momento feliz, un recuerdo de tu infancia, un instante con una persona querida que ya no está, un abrazo de tu madre, un instante con tu familia o amigos, un juego con tus hijos o con tu querida mascota... O qué tal un recuerdo que has vivido pero no recuerdas: Tu nacimiento, alguno de tus primeros días... o quizás revivir un momento crucial, un momento en el que crees que tomaste una mala decisión, "-¿En qué me equivoqué?", ¿Podrás averiguarlo ahora?
Elige con prudencia, pequeño amigo, pues solo será uno, un pequeño lapso de tiempo que... ¿Podría cambiar tu vida ahora?
[...] -La muerte castigo no ser, más bien un regalo para el malhechor que el crimen cometió... con la muerte todo se va y, paraíso o no, con ella su pecado no espiará.
No, la muerte ser la salvación para ellos... no sufren, no se les castiga, no pagan por su error. La vida es su mayor tesoro, su única posesión valiosa, sí se la quitas... daño no les harás, pues, al cometer su crimen, bien claro dejaron que este magnífico don ninguna importancia tiene en ellos.
El pago es el castigo, basado en el sufrimiento...
¡Oh sí! Vivirá, pero lo hará para desear morir... Es entonces cuando claro el mensaje le llegará, cuenta se dará de que la vida es el mayor don, La debió aprovechar mejor.
Así justicia se hará. [...]
"Mellizos alados"
Blanco y negro, día y noche, oscuridad y luz... Polos opuestos, lo contrario y a la vez lo mismo. Ambos necesarios para que el otro exista, ambos siempre enfrentados y siempre atrayéndose, cual imanes de polos opuestos. No, no hay principio sin final, ni final sin principio... Ambos siempre necesarios, justo en la distancia perfecta, la opuesta, la contraria, la justa... y en el medio... el todo, el universo, la existencia, la muerte, el sin fin de todo y nada a la vez...
A de haber siempre dos opuestos para que haya siempre un en medio...
Ella la envidiaba porque tenía alas, podía volar, y la otra la envidiaba porque no las tenía, podía bailar sin tropezarse...
Las dos se envidiaban mutuamente por anhelar lo que la otra tenía... Ninguna se daba cuenta del propio don que ya poseía.