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“Nunca perdí una hora de mi vida en aquello que no me cupiera en el corazón.” - A. Machado -

jueves, 11 de mayo de 2017

Dos rosas rojas

Sol brillante y deslumbrante, campo verde repleto de pasión, árboles y flores en pleno auge de su esplendor, canto de aves cual serenata encantada... Todo su romanticismo encarnado me hace caer ante ella maravillada.

Primavera, tú qué la sangre altera y la vida nueva das... Nunca percibí tu presencia tanto como ahora, y aunque más efímera que en años pasados te has vuelto, disfrutaré de ti al máximo, porque siento que contigo una parte de mi florece y se hace fuerte.

Desde pequeña unida a ti por tu antojo, bellas flores pusiste en mi nuca y en mi frente, dos rosas rojas que solo se dejan ver ante tu presencia... siempre me pregunte por qué me marcaste así, y creo que ahora empiezo a entender.