Sé que ya no me hablarás, sé que ni querrás escucharme, pero debes de pensar sí alguna vez te has parado a hacer algo de esto... pues nunca lo has hecho. Ahora, no te voy a pedir que lo hagas, no tengo derecho, o así lo siento, sólo quiero pedirte que me mires a los ojos, directamente a los ojos, y me digas si en mí ves aquello que te contaron y que creíste a ciegas, o simplemente ves a una chica insegura de ojos morrones... Dime sí en mis ojos ves aquellas maldades que creíste como ciertas, o ves simplemente una chica miedosa, acobardada por decir lo que siente, por todo lo que la hicieron pasar... Dime, por favor, sí crees las palabras de esas personas o a los ojos sinceros y llorosos que ahora mismo tienes delante.
21/04/2016
14/04/2016
Alma errante que despierta susurrante
Alma errante
que despierta susurrante
al oír el suspiro
de un recuerdo lejano
grabado a fuego
en su memoria...
El quejido de un corazón quebrado.
Corazón herido de muerte, pero latiente,
que mal vive en pos de una búsqueda incesante.
Lo único que ansía este aciago corazón
es encontrar la cura a su mal,
pero erra en su intento, una y otra vez,
busca y busca, y encuentra,
El corazón seguirá luchando por su ardua búsqueda.
Por muy frustrado que se halle,
nunca desistirá en su empeño por sanarse.
Un susurro, un suspiro de un recuerdo lejano,
vacío, casi sin fuerza para ser real,
hace recordar al Alma lo que fue
y lo que pudo haber sido.
Corazón herido de muerte,
pero latiente,
nunca pierde su esperanza,
siempre paciente.
07/04/2016
Todo nos sabe a poco
Todo nos sabe a poco, nada nos sabe a nada, nada tiene
valor... Queremos lo que no tenemos y lo que tenemos, de alguna
manera (indirecta o directa), lo despreciamos, lo hacemos de menos,
insignificante ante nuestros ojos y nuestra percepción...
Es verdad, cuando
pierdes algo, a alguien, te das cuenta, en verdad, de lo importante que era, de
que realmente lo necesitabas a tu lado, pero como ya lo tenías no lo echabas en
falta...
Es una cruel realidad, pero no somos más maduros que
aquel bebé que tiene todo lo que puede pedir, y eso que todavía
no sabe hablar. El bebé no se da cuenta
de sus "juguetes", prefiere lo de otro, hasta que alguien decide "jugar con sus juguetes". Entonces se da
cuenta de que puede perderlos y llora para que se los de vuelvan, porque él no
ha sabido cuidarlos, defenderlos, y se los han, digamos, "quitado".
No, no hemos madurado en ese aspecto, al menos, yo, en
sus momentos, no lo hice y, ahora, me arrepiento. Ni sí quiera quiero saber si
ahora soy madura en ese aspecto. Porque, cuando eres mayor, cuando te “quitan” a
alguien, significa mucho más que cuando eres bebé. El llanto no te
servirá de nada, con nada conseguirás recuperarlos...
Cuando una persona “se va”, “se va” para siempre.
Se
fueron, no sabrás muy bien a dónde, pero el caso es que ya no estarán a tú
lado... Solo quedarán las preguntas:
¿Aprovechaste bien el tiempo? ¿Supiste hacerles
saber lo importantes que eran para ti? ...
O eres tan mezquino que te has dado
cuenta ahora, que ya no están y no volverán, de que eran grandes personas para
ti, de lo importantes que son...
Nunca has de desaprovechar ningún momento con alguien
a quien aprecias, aunque sean pocos segundos, aprovéchalos.
La vida es efímera, cruelmente corta, pero un
magnífico Don. No la malgastes, compártela, disfrútala con quien más quieras y
haciendo lo que quieras, no pierdas ni un segundo.
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