25/10/2016

Caída libre

Dejarme caer al vacío, sentir como el aire intenta frenar mi cuerpo, inútilmente, me roza como si quisiera agarrarme, cuando ni consigue sostenerme. Pero hasta él parece darse por vencido, y no le culpo... Contemplo como el sol y las nubes me miran incrédulos, sin saber qué hacer, impactados, tampoco saben ya cómo parar mi cuerpo... Parece que nada puede frenar mi caída, solo el suelo la detendrá, cuando inevitablemente impacte  contra él. Ya es demasiado tarde... Asumo mi destino, cierro mis ojos y me preparo para mi estrepitoso final... porque no hay nada, nada que pueda hacer, nada sirve.


Escucho el silbido del aire, me dice que no me rinda, miro el sol y las nubes que, aunque acongojados, siguen mirándome expectante y deseosos, tampoco saben como, pero quieres salvarme. Todos intentan ayudar, todos se preocupan por mí, y yo recompenso y sus sentimientos dándome por vencida... No puedo hacer eso, pero como evitarlo sí he probado todo mil veces y lo único que consigo es seguir cayendo y hundirles a ellos conmigo... lo único que hago es defraudar, me merezco este fin. Y caigo al vacío, el suelo cada vez está más cerca, lo presiento. A la velocidad que va mi cuerpo... no, no sobreviviré al impacto.



Respiro profundamente, intento dejar de pensar para esperar mi fatídico fin... No puedo dejar mi mente en blanco, por mucho que intente hacer como si nada y dejarme morir, no puedo, se lo debo, «me lo debo»... Yo soy mi propio peso muerto, lo que me hace caer, lo que no me deja detenerme... Soy yo.



No me daba cuenta, pero al intentar frenarme por ellos, porque siempre han estado a mi lado allá... El aire, el sol, las nubes, las estrellas... siempre me han querido, y yo se lo he pagado haciéndoles daño, y se lo pago... Al pensar en eso:-“Debo frenar por ellos. Debo dejar de hacerle daño. Se lo debo. Debo evitar que estén mal. Debo, debo, debo...". Cargaba más peso en mi cuerpo. Y al llegar a la brillante idea de poner distancia entre ellos y yo, y llevarla a cabo, me sentía peor, y me siento peor. Hacerles que me odien, confundirles o mentirles para que no notaran que sigo cayendo al vacío... -“Así, sí no lo saben, no se preocuparan, o al menos lo harán en menor medida. Les evitaré sufrimiento.".  No sé si les he evitado algo, pero sé que yo me he hecho trizas el corazón, como va a quedar mi cuerpo de no hacer nada, pero que hacer... Yo soy mi único enemigo ¿Cómo lucho contra mí misma?
Me siento pesada... Todas esas malas ideas me han cargado peso extra, como la de no dejarme conocer... Si, llevé mi teatro hasta el límite. Quería que nadie viera como me sentía en realidad, quería que me vieran fuerte, una chica que se come el mundo y una borde. Así mantendría alejada a la gente, tanto a los que ya conocía como los que acababa de conocer... No quería más gente que me quisiera, no quería hacer más daño a más personas, no quiero. Pero me hacía daño a mí misma, lo sé, lo sabía, pero... -“Yo no importo. Ellos son los que importan." « Claro que ellos importan, pero tú también».


Sí, yo soy la persona que me empuja hacia el suelo, yo misma... Y mientras veo como las nubes sueltan sus gotas de lluvia, las cuales calan mis entrañas... veo la oscuridad que deja paso un sol herido que va apagando sus llamas, es tan frío... El aire silba desesperadamente, intenta rozarme y no puede, me atraviesa...


Yo he hecho que esto sea así, yo les he llevado a tal estado... Ser maligno y egoísta, Ser odioso, Ser... -¡Ya vale! no.

¿Qué es esa voz? ¿Es mi voz? Pero yo no he hablado. Vuelvo a abrir los ojos y veo, encima de mí, una niña pequeña que cae del mismo modo que yo. Me es muy familiar, casi diría que hubo un tiempo en el que éramos la misma persona. La observo con más detenimiento... está temblando... Algo húmedo toca mi mejilla, miró rápidamente a sus ojos, está llorando... Una oleada de tristeza ahoga mi ser, me siento culpable. Sus ojos están llenos de lágrimas, igual que ahora los míos, puedo ver mi reflejo en ellos... y puedo ver que tiene miedo... lo tenemos... Pongo mis manos en sus hombros y le sonrió intentando tranquilizarla, ella me responde con una sonrisa amplia y sus ojos se achinan al hacerlo. Mi corazón se tranquiliza al ver ese gesto y empiezo a sentir un calor que hacía tiempo que no sentía. La niña lo nota y abre sus ojos para ver qué me sucede. Esta vez soy yo la que sonríe ampliamente y achina los ojos, su gesto de preocupación me enternece... La niña me abraza feliz y yo, al principio sorprendida, acabo abrazándola también y dejándome llevar por el sentimiento nostálgico que me invade. Me transmite paz y tranquilidad, es un calor tan bueno...  Lo echaba de menos.

Se oye una voz, mejor dicho un susurro: -No nos hagas más daño.

Abro los ojos inmediatamente y contemplo como la niña me mira, ¡está encogiendo poco a poco entre mis brazos! Estoy asustada, no quiero que se vaya, todavía no. 


Sus manos tocan mis mejillas, esto hace que mire directamente a sus ojos... No está asustada, está feliz.
Tiene fuerza y sabiduría en sus ojos, como un adulto, de no ser por la gran inocencia que rebosan pensaría que son los ojos de alguien mucho más mayor de 5 años. Me tranquiliza verla así... Ella lo percibe, y vuelve a hacer su sonrisa característica. Otra vez la sensación de calidez inunda mi cuerpo. Ella cada vez se hace más diminuta, pero yo mantengo la calma... Sé que no se irá. Ahora sé que siempre ha estado aquí, nunca se ha ido, aunque pensaba que si lo había hecho... No era capaz de sentirla, la tapaban tantos pensamientos dañinos.

Justo antes de dejar de verla, me dice que nos cuide mejor, y desaparece de mi vista. Me llevo las manos al corazón, es de aquí de donde emerge ese calor que me hace sentir tan bien. «Es aquí donde estaba». Sonrío con los ojos cerrados.







 Los abro de nuevo, y estoy en la misma situación que en un principio: El sol apagándose, las nubes oscuras con sus gotas y el agudo sonido de desesperación del aire, todo ello porque ven que me precipitó inevitablemente contra el suelo... y este está cada vez más peligrosamente cerca, por lo que parece. Pero hay algo distinto en mí, me siento ligera como una pluma. 


Sonrío y me doy la vuelta, ahora miro directamente al suelo, quien, seguro de sí, cree que ya soy suya...






Pero ahora puedo, y sé cómo salvarme.


22/10/2016

Dos polos opuestos



Él quiere de mí, lo mismo que quiero yo de ti, 
que es lo mismo de lo que presume esa chica que le das, 
cuando tus ojos me miran a mí. 



Tú con ella, y yo con él...

Parece que lo único que coincide son nuestras miradas.

Tú con ella y yo con él...


¿Por qué será que cuándo me quiero acercar a ti estás con ella?
 y, ¿cuándo tú quieres acercarte, estoy con él?






Empezamos así para que el uno se fijara en el otro,
no nos dimos cuenta de que ya lo hacíamos... 



Ahora parece imposible que coincidamos, 
nunca llega nuestro momento,
parece que hasta el destino se opone a nosotros,
y tal vez sea así...















En un principio, yo deseaba estar junto a ti
y tú preferías pasar de mí;
seguimos con que, tú querías estar a mi lado
y yo huía de ti...
Después, yo quise entablar conversación contigo
y tú me aborrecías...
Luego, fuiste tú quién intentó hablar
y yo negué tu existencia...

Más tarde, llegamos a la feliz idea de los celos,
no nos importó usar a otras personas,
lo importante era ver la reacción del otro.
Ahora, aun sabiendo ya por qué nos comportábamos como el perro y el gato,
seguimos siendo unos egoístas y, a de más, ahora somos orgullosos.




Por eso, tal vez, nuestro momento nunca ha de ser;
por eso el destino se nos opone,
y por eso el tiempo parece estar en contra nuestra.


Piénsalo bien:
 ¿Por qué a un par de orgullosos
 que quieren que la persona a la que aman, 
que, paradójicamente, es a la que no paran de dañar,
 se arrastre delante de ellos implorando su amor,
 y que no ponen reparo en utilizar a otra personas
 que les son totalmente indiferentes para lograr su fin,
 deben ser recompensados?




La verdad es que soy un poco dramática... 
Simplemente somos unos cobardes inseguros,
siempre lo hemos sido,
 por eso nunca coincidimos, ni coincidiremos.









No me arrepiento de sentir lo que sentí,
 ni de sentir lo que siento... 
Mis sentimientos son dos polos opuestos.











10/10/2016

Lo que escribo, el lenguaje del corazón y la envidia de la mente

¿Entender lo que escribo? No, ni yo entenderme puedo, mas no por ello dejas de escribir he, pues mi corazón habla, y mi mano traducirlo intentará.
Difícil trabajo entender el mensaje, pues el lenguaje de los corazones solo estos lo entenderán, mientras que los que la cabeza usen muy mal les irá, pues el lenguaje del corazón y de la cabeza nunca el mismo serán.

El corazón no necesita palabras para hablar, a eso la mente envidia siempre le tendrá.

Me duele verte así



Promesa de reencuentro, noche de desvelo. Un llanto desordenado, ahogado, llena la oscuridad con el mar de lágrimas que solo una mirada podrá secar.





Contemplarte así, en tu profunda tristeza, no me es grato, para nada, verte de tal manera. Pero tu sola has de saber que ese mar tuyo no tiene lugar, y cuando te des cuenta de ello otra vez el sol saldrá, secará tu mar de lagrimas y te devolverá la alegría que ese idiota te quiso quitar. Más solo tu sola, de ello, cuenta te has de dar.



Mi ángel caído, alza el vuelo ya, sécate los ojos y deja esa isla perdida en tu mar. Contempla el mundo real, mi querida estrella fugaz.

Noche de sentimientos contrarios

Sentimiento estable, sentimiento confuso... Noche irreal, de ternuras por doquier y besos por traspiés. De todo y nada a la vez. Una cordura de un sin fin de locuras. Una promesa fugaz, una lágrima caer y un suspiro del aire en mi piel, responder, hasta más no poder. 
Que sin tu presencia ya no ser más, pero la luna cae, y dos caminos, unidos esta noche, se separan para no volverse a ver... Vacíos siempre estarán, anhelando el ocaso perdido que un día les hizo encontrar un alma igual.


Noche de sentimientos contrarios, es noche de amor.




08/08/2016

Un verano singular

Sentir como el aire seco del verano acaricia mi piel, en este atardecer tan especial... Oler el olor del cereal recién cortado, oír como el sonido de las cigarras, tan característico de esta estación, deja paso a los grillos, ver los colores alegres y cálidos de este verano tan singular que, desaparecen, junto con ese ardiente gigante que nos observaba, en su lugar aparece la bella dama plateada, la cual nos contempla risueña...

Quiero acordarme de cada pequeño detalle, retenerlo en mi mente, para que después, cuando este momento mágico pase, poder evocarlo tan nítidamente al cerrar mis ojos que, me haga sentir tal y como ahora me siento, junto a ti.




18/07/2016

Lo contraria al amor no es el odio.

Suelen decir que: -"Lo contrario del amor es el odio".

Disiento totalmente con esta afirmación. 

Sí odias a alguien, es porque algo sientes por esa persona: 
-"Sólo se odia lo querido."

Sí odias a alguien, es porque sientes cosas hacia dicha persona y, sí lo amas, también, tienes sentimientos hacia la persona. 

Las dos emociones son muy parecidas ¿no? 
En ambas se da importancia a una persona, a los sentimientos que se tienen hacia ella. Esto me recuerda otro dicho: 
-"Del amor al odio hay un paso."
Esto quiere decir que, son tan parecidas que casi se dan la mano. No hay apenas diferencia entre ambas. Por lo tanto, no pueden ser antónimas.

Lo contrario del amor debería ser algo que demuestre exactamente lo opuesto a este, algo que denote que no tenemos sentimientos por alguien, que indique que no nos importa lo más mínimo, que, por así decirlo, la persona, no existe en el mundo para nosotros, que no percibimos su presencia porque nos da absolutamente igual su existencia... 

Por ello:

-"Lo contrario del amor es la indiferencia".







11/06/2016

Grito

¿Alguna vez no os ha apetecido gritar? Así, tal y como viene:   -¡aaahhh¡
 Hay cosas que nos guardamos para nosotros… tanto tiempo y tantas cosas que cuando ven la luz, las expulsamos, se convierten en eso: Un grito de ayuda, de consuelo, de desahogo…

Estar rodeado de tanta gente y sentirme solo… ¿Por qué? Tengo angustia y ansiedad dentro de mí… Me gustaría, como a todos, creo, tener una persona en la que pudiera apoyarme, me gustaría recibir de ella el mismo trato que doy yo a quién llamo amigo… Pero está visto que es muy difícil encontrar una persona así, imposible casi… Como un necio las sigo y seguiré buscando, aunque siempre me tope con personas no gratas en este aspecto.




Todo es monótono, triste, aburrido y sin sentido en este mundo… Quisiera que algo cambiara, a mejor, por supuesto… pero la esperanza de que eso pase va menguando, como lo hace mi paciencia y mis ganas de seguir luchando…

08/06/2016

Caminante

Tener amigos... Ser amigos... Amigo... ¿Cómo puede decirse tanto una palabra vanamente? Amigo es algo muy importante como para llamarlo a la ligera, y es que, una amistad es algo totalmente desinteresado, basado en la lealtad y la honestidad, en el cariño, y es recíproco. Pero... Cómo puedes decir que somos amigos cuando, en verdad, sólo pretendes utilizarme para tus fines propios... Cómo puedes decir que soy tu amigo cuando te alimentas de mis desgracias y nunca quieres compartir mis alegrías, sólo quieres quitármelas... Cómo puedes llamar amigo a alguien que sólo piensa en él y pretende que tú sólo pienses en él... 


No, déjame decirte algo, yo no necesito esa amistad vacía, la cual más parece una tortura psicológica que lo que, efímeramente, representa. Así que, otra vez, yo seguiré haciendo mi camino, como buen caminante, dejaré mis huellas atrás junto contigo y miraré hacia delante.

21/04/2016

Ojos sinceros y llorosos

Sé que ya no me hablarás, sé que ni querrás escucharme, pero debes de pensar sí alguna vez te has parado a hacer algo de esto... pues nunca lo has hecho. Ahora, no te voy a pedir que lo hagas, no tengo derecho, o así lo siento, sólo quiero pedirte que me mires a los ojos, directamente a los ojos, y me digas si en mí ves aquello que te contaron y que creíste a ciegas, o simplemente ves a una chica insegura de ojos morrones... Dime sí en mis ojos ves aquellas maldades que creíste como ciertas, o ves simplemente una chica miedosa, acobardada por decir lo que siente, por todo lo que la hicieron pasar... Dime, por favor, sí crees las palabras de esas personas o a los ojos sinceros y llorosos que ahora mismo tienes delante.

14/04/2016

Alma errante que despierta susurrante

Alma errante
que despierta susurrante
al oír el suspiro 
de un recuerdo lejano 
grabado a fuego
en su memoria...


El quejido de un corazón quebrado.
Corazón  herido de muerte, pero latiente, 
que mal vive en pos de una búsqueda incesante.
Lo único que ansía este aciago corazón
es encontrar la cura a su mal,
pero erra en su intento, una y otra vez,
busca y busca, y encuentra,
pero nada sirve a su causa...


El corazón seguirá luchando por su ardua búsqueda.
Por muy frustrado que se halle, 
nunca desistirá en su empeño por sanarse.



Un susurro, un suspiro de un recuerdo lejano, 
vacío, casi sin fuerza  para ser real,
hace recordar al Alma lo que fue 
y lo que pudo haber sido.



Corazón herido de muerte,
pero latiente,
nunca pierde su esperanza,
siempre paciente.








07/04/2016

Todo nos sabe a poco

 Todo nos sabe a poco, nada nos sabe a nada, nada tiene valor... Queremos lo que no tenemos y lo que tenemos, de alguna manera (indirecta o directa), lo despreciamos, lo hacemos de menos, insignificante ante nuestros ojos y nuestra percepción... 
Es verdad, cuando pierdes algo, a alguien, te das cuenta, en verdad, de lo importante que era, de que realmente lo necesitabas a tu lado, pero como ya lo tenías no lo echabas en falta...

Es una cruel realidad, pero no somos más maduros que aquel bebé que tiene todo lo que puede pedir, y eso que todavía no sabe hablar. El bebé no se da cuenta de sus "juguetes", prefiere lo de otro, hasta que alguien decide "jugar con sus juguetes". Entonces se da cuenta de que puede perderlos y llora para que se los de vuelvan, porque él no ha sabido cuidarlos, defenderlos, y se los han, digamos, "quitado".

No, no hemos madurado en ese aspecto, al menos, yo, en sus momentos, no lo hice y, ahora, me arrepiento. Ni sí quiera quiero saber si ahora soy madura en ese aspecto. Porque, cuando eres mayor, cuando te “quitan” a alguien, significa mucho más que cuando eres bebé. El llanto no te servirá de nada, con nada conseguirás recuperarlos...
Cuando una persona “se va”, “se va” para siempre.
Se fueron, no sabrás muy bien a dónde, pero el caso es que ya no estarán a tú lado... Solo quedarán las preguntas: 
¿Aprovechaste bien el tiempo? ¿Supiste hacerles saber lo importantes que eran para ti? ...
O eres tan mezquino que te has dado cuenta ahora, que ya no están y no volverán, de que eran grandes personas para ti, de lo importantes que son...












Nunca has de desaprovechar ningún momento con alguien a quien aprecias, aunque sean pocos segundos, aprovéchalos. 

La vida es efímera, cruelmente corta, pero un magnífico Don. No la malgastes, compártela, disfrútala con quien más quieras y haciendo lo que quieras, no pierdas ni un segundo.
 

13/02/2016

Querer llorar y no poder

Mis ojos me arden, me escuecen, siento como si unas manos los estrujaran… Es la misma presión que siento en mi pecho, la cual hace que todo mi cuerpo se estremezca; es mi corazón el que se está encogiendo sobre sí mismo, haciéndose cada vez más diminuto en mi pecho… Siento como sangra al hacerlo… Tanto reprimir las lágrimas, el llanto… Ahora creo que el que llora es mi corazón, porque debe ser así como lloran los corazones.


Estoy triste, tengo ganas de llorar pero no puedo…
Unas palabras aparecen en mi mente y se distribuyen por todo mi cuerpo para darme aliento, para que no llore, para que deje de estar triste: -“Se fuerte. No debes llorar. Sigue adelante sin mirar atrás. Lucha por ellos y por ti.” Suenan muy bien, ¿verdad? Son unas palabras cargadas de significado y sentimiento, sí… pero oculto. Tras ellas se esconde el miedo, un miedo irracional y profundamente arraigado. Pues, en verdad, lo que dicen estas palabras es: -“No llores… porque sí te ven llorar, sí lloras, serás débil ante ellos y ante ti misma; sí lloras, mostraras tus debilidades y te harán daño, la gente se aprovecha de las debilidades, bien lo sabes. No llores, Deja de molestar a la gente que te aprecia, deja de preocuparlos con tus memeces, porque si te ven llorar, serán capaces hasta de dejar todo para hacerte sonreír. Sí lloras, sabrán que todavía miras atrás, sabrán que aún estas anclada en el pasado… Sabrán que tu presente se ha convertido en el reflejo de él o, más bien, en sus consecuencias. Sí te ven triste, sabrán que te has dado por vencida, que eres una cobarde inútil, la cual se ha cansado de luchar por su vida…
Sí lloras, pondrás mal a todos los que te quieren ver sonreír, porque sabrán que nada va bien, como te empeñas en seguir aparentando.”
Sí lloro, hasta yo me daré cuenta de esto, y se desmoronará toda esta ilusión que, en su día, decidí crear para que esas personas no se sintieran mal por mí, esta ilusión que las hice creer, y que hasta yo me la creí.

Y, amargamente, recuerdo que el principio de toda esta caótica historia que, se ha convertido en mi vida, empezó por no querer hacer daño a los demás, por no saber decir NO.